"yo pienso que cada mujer y hombre es una imagen del "ser humano"
pero cada imagen es autosuficiente, en el sentido de que
sobrevive como imagen por si sola
porque forma parte de ese gigantesco mosaico
que es el conjunto de la inmensidad de posibilidades
es decir, que el asesino psicópata
el gordo apestoso que no se lava
la yonki aquella de la esquina que se prostituye por jaco
etc
todos son, de cara al "universo"
iguales
pero de cara a cada uno de ellos
que es lo que cuenta
-ese universo no se pronuncia-
ser ellos es lo correcto
y ser otros, lo ajeno
los otros siempre son otros
cada imagen de la Cosa-En-Sí se cree pura
perfecta
y única
incluso para quienes ignoran a la cosa en sí
la única forma de obtener una ventaja en este juego
es darle patadas al "ego", es decir
la visión de una identidad circunstancial
temporal
esa sobre-identificación con el yo del pasado
concreto, limitado
y la apertura al yo total
de modo que su fuerza
mejore la vida del yo individual
no para unirte a nada, porque es que, realmente, unido y separado ya estás
-esa es la condena-
sino para aprovechar precisamente
la ventaja de la union inevitable
con la fuente de la consciencia total"
"...llegado a este punto, la barrera entre individual, propio
y colectivo, ajeno
se destruye
y se crea el escenario transpersonal
donde cada vida es un intento más de Dios
o Satán -el mismo, con otra máscara-
experimentándose a sí mismo
pero cada vida exige, para ser vivida, olvidar que se es
el Eterno
en teoría, claro
porque darse cuenta de esto, es hacer truco y trampa
y volverse Diablo
a ojos de uno mismo
cuando ambos caminos
son igual de perfectos"